Informe de la CIDH sobre asesinato de Romero

En el año de 1993, cuando ya había culminado los conflictos de guerra interna en San Salvador, el Arzobispado de este país presentó la denuncia ante la Corte Interamericana de Derechoos Humanos (CIDH) sobre el asesinato de Monseñor Romero por agentes de escuadrones de la muerte sostenidos por el propio gobierno de turno.

Les pasamos el informe final de esta comisión entregado en el año 2000, y que detalla el contexto, circunstancias y el asesinato de Monseñor Romero pero sobre todo el aparatoso encubrimiento que se hizo desde las altas esferas del poder (sobre todo militar y policial) hacia los criminales que aún ahora siguen sueltos.


Es un documento largo, y como adelanto les paso un estracto de la conclusión de este informe (el artículo 157), héchenle un ojo:

157. En definitiva, la CIDH concluye que el Estado salvadoreño ha violado el derecho a la vida consagrado en el artículo 4 de la Convención Americana en perjuicio del Arzobispo de San Salvador, Monseñor Arnulfo Romero y Galdámez. En virtud de la actuación indebida de sus órganos para la administración de justicia, el Estado ha faltado igualmente a su obligación de investigar en forma diligente y eficaz las violaciones denunciadas, así como a su obligación de procesar y sancionar a los responsables a través de un proceso imparcial y objetivo como lo exige la Convención Americana. Todo ello afectó la integridad del proceso judicial e implicó una manipulación de la justicia con un evidente abuso y desviación de poder.

El resultado es que estos crímenes permanecen hasta el día de hoy en la impunidad ante una evidente denegación de justicia. El Estado ha violado, además, en perjuicio de los familiares de la víctima, el derecho a las garantías judiciales y a la tutela judicial efectiva establecido en los artículos 1(1), 8(1) y 25 de la Convención.

Informe final (completo) de la CIDH